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1 de cada 4 en Bahía Blanca vive en pobreza multidimensional

Según mediciones de junio 2024, una de cada cuatro personas en Bahía Blanca habita en hogares en pobreza multidimensional intensa o severa: representa al 25,6% de la población, más de 84.000 personas. Así se desprende de la Encuesta de Inclusión Social Sostenible 2024, un proyecto del Grupo de Medición y Análisis de la Pobreza Multidimensional del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales del Sur (IIESS) UNS-CONICET, que permite conocer las condiciones de vida de la población bahiense y cuyo último informe acaba de ser presentado por la investigadora y docente Dra. María Emma Santos. La encuesta se enfoca en privaciones multidimensionales, es decir, simultáneas o conjuntas (difiere de la medición de pobreza monetaria del INDEC), porque son las que permiten analizar dónde se producen varias carencias al mismo tiempo y, por tanto, situaciones mucho más desfavorecidas que donde se experimentan solo una o algunas. Es de gran valor que una ciudad intermedia como Bahía Blanca pueda contar con estimaciones de un índice de esta naturaleza, ya que son de utilidad para el diseño de políticas públicas municipales. Resultados destacados La encuesta, llevada a cabo en junio de 2024 con un diseño muestral probabilístico, incluye a 1.411 hogares y 3.851 personas, lo que triplica el tamaño de la muestra de la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC. El Índice de Pobreza Multidimensional considera 15 indicadores agrupados en cinco dimensiones del bienestar: Vivienda, Acceso a Servicios Básicos, Alimentación y Salud, Educación y Empleo y Seguridad Social. Las carencias más críticas detectadas en Bahía Blanca son: Falta de cobertura de salud: afecta al 24% de la población. Ausencia de aportes a la seguridad social: afecta al 24% de los ocupados, ambos vinculados con la alta informalidad laboral. Rezago escolar: el 17.8% de los niños y adolescentes entre 6 y 17 años que asiste a la escuela tiene retraso escolar de un año o más con respecto a su edad. Déficit habitacional: el 14% vive en viviendas inadecuadas, ya sea porque son casillas o ranchos, o porque el piso es de ladrillo suelto, tablones u otro (tierra, por ejemplo) o porque la vivienda está afectada en más de la mitad por humedad, poca luz o peligro de derrumbe. Inseguridad alimentaria: afecta a un 14% de la población. Se trata de hogares donde, por falta de dinero u otros recursos, al menos uno de sus miembros come menos de lo que debe comer; se quedan sin alimentos; sienten hambre y no comen o, en el extremo, pasan un día entero sin comer. Bajo logro educativo en adultos: afecta a un 14% de las personas de 20 años y más no alcanzaron niveles mínimos de acuerdo con su grupo poblacional. La tasa de pobreza multidimensional en barrios vulnerables casi duplica a la tasa en barrios no-vulnerables y la intensidad de la pobreza también es mayor. Por fuera de barrios vulnerables también se identifican personas en hogares multidimensionalmente pobres. Niñez y adolescencia: los más vulnerables Uno de cada tres menores de edad (34%), unos 23.000 chicos, habitan en hogares en pobreza multidimensional intensa a severa. La falta de cobertura de salud y la inseguridad alimentaria tienen mayor incidencia en este grupo que en el de los adultos. Situaciones donde se reducen porciones o directamente se pasa hambre afectan a unos 4.000 menores. A pesar de esto, el porcentaje de niños que no asisten a la escuela es bajo (0.5%), un indicador positivo tras las desvinculaciones escolares de la pandemia de COVID-19. Las privaciones que afectan a este grupo son de especial relevancia, porque tienen impacto en el resto de su vida. En particular, los primeros mil días ―desde la gestación hasta los dos años― son considerados una ventana crítica, dada la gran cantidad de conexiones neuronales que se desarrollan en esa etapa y que dependen de condiciones favorables de nutrición y estímulo. Mediciones comparables 2021-2024 La incidencia de la pobreza multidimensional en 2024 se mantiene esencialmente igual a como se encontraba en 2021, pero se observa una reducción de casi 3 puntos porcentuales en la intensidad, lo que indica una menor simultaneidad de privaciones entre los pobres. Cabe aclarar que el “punto de partida” (diciembre 2021) coincidió con el momento en el que se terminaba de normalizar la actividad económica post-pandemia. Los datos continúan reflejando una situación social compleja y delicada en la que se entrelazan privaciones en diferentes dimensiones esenciales del bienestar. Recomendaciones de política pública Toda política enfrenta restricciones presupuestarias y por eso es fundamental definir prioridades y focalizar las políticas en los grupos más vulnerables. Invertir en la infancia como política inteligente: la primera infancia debe ser prioridad en programas sociales y de salud, no solo por razones éticas, sino por el alto retorno social y económico, que es mucho más alto que en el de programas de períodos más tardíos. Coordinación intersectorial: propuestas integrales entre áreas de salud, políticas sociales, educación y vivienda para monitorear la nutrición, salud y desarrollo infantil. La Encuesta de Inclusión Social Sostenible 2024, realizada con el apoyo de la Municipalidad de Bahía Blanca y alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, ofrece una herramienta clave para diseñar políticas públicas locales basadas en evidencia. El proyecto cuenta con la coordinación general de la Dra. Silvia London, la coordinación del trabajo de campo de las Dras. María Emma Santos y Stella Pérez y un equipo conformado por las Dras. María María Ibañez Martín, María Marta Formichella, Natalia Krüger y Lisana Martinez. A su vez, un equipo de investigadores y profesionales de apoyo trabajó en la supervisión de encuestadores y en la edición de las encuestas. El informe de resultados completo, disponible ACÁ.

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Estudio sobre economía conductual en barrios vulnerables

Nueva publicación. Un estudio de economía conductual financiado por la Embajada Británica en Argentina y liderado por investigadores locales señala que, aunque los beneficios de los medios de pago electrónico son conocidos, en sectores vulnerables de Argentina el efectivo sigue siendo el favorito. El estudio, basado en consumidores de barrios vulnerables de Bahía Blanca, identifica barreras como la educación digital, la informalidad en las transacciones y el hábito de preferir el efectivo como factores que limitan la adopción de pagos electrónicos. Comprender estos obstáculos ayuda a diseñar políticas efectivas para un sistema de pagos más inclusivo. Martinez, L., Guercio, M. B., & Vigier, H. (2024). La elección de los medios de pago bajo la mirada de la economía conductual. Economía & Negocios, 6(2), 03–15. El trabajo completo, acá.

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Estudio sobre la relación entre agro y pobreza

Un estudio del período 1988/2019 en Argentina evalúa si hay relación entre la agroexportación y los niveles de pobreza y sugiere que, si bien el campo es importante como generador de divisas y de recursos para el fisco, no muestra similar capacidad para generar un nivel de actividad económica tal que colabore con los indicadores sociales. La investigación parte de la base de que una de las mayores características de Argentina de las últimas décadas es el fuerte incremento de la pobreza e indigencia —con saltos por eventos inflacionarios— y analiza con metodología econométrica cuán relacionados están estos índices con los precios y volúmenes de los principales commodities agrícolas. Los resultados no son determinantes en lo atinente a pobreza, pero sí señalan que el número de indigentes es mucho más susceptible a las variables del agro. ¿Por qué? Porque al subir la soja, una suerte de proxy (intermediario) del costo de las materias primas, aumentan los alimentos de la canasta básica. El estudio pertenece al Dr. Juan Cruz Fernández, miembro del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales del Sur (IIESS) UNS-CONICET y docente de Historia Económica y Social Argentina en el Departamento de Economía de la UNS. Fue presentado recientemente como su tesis de Magíster en Economía Agraria y Administración Rural de la UNS con la dirección de la Dra. María Emma Santos y la codirección del Dr. Fernando Andrés Delbianco.

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Pymes: limitaciones bancarias y financiamiento alternativo

Un estudio con datos del Banco Mundial evalúa a más de 2.500 Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) de Latinoamérica y señala que cuando quedan excluidas del financiamiento bancario aumenta la probabilidad de que acudan a financiamiento alternativo, es decir, a préstamos informales, préstamos personales o créditos comerciales. El financiamiento a Pymes supone un impulso al crecimiento económico, la competitividad y el aumento del empleo. Las políticas públicas son un elemento clave. Pero en economías emergentes como las latinoamericanas, el financiamiento se centra casi sólo en lo que el sector bancario puede ofrecer y queda sujeto a fluctuaciones económicas. Así, las Pymes acuden a instrumentos que pueden ser costosos u operar dentro de áreas grises o inestables. Los datos muestran que las empresas con mayor tendencia a buscar préstamos informales son las más jóvenes, venden solo en el mercado interno, industriales y con formas jurídicas sin responsabilidad patrimonial limitada (del total de la muestra, casi 550 empresas son argentinas). Elaborado por los investigadores del IIESS UNS-CONICET Belén Guercio, Lisana Martínez y Hernán Vigier, el estudio busca contribuir al debate sobre las Pymes y sugerir que el conjunto de políticas actuales para financiarlas a nivel nacional y latinoamericano no alcanzan a empresas que están excluidas del sistema financiero. Guercio, B., Martínez, L., Vigier, H. (2024). “Overcoming Banking Limitations: the Use of Alternative”, Studies of Applied Economics, Vol. 42-2

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Perfiles de empleo en Bahía Blanca y el sudoeste bonaerense

Un estudio de cambios de empleo con calificación en Bahía Blanca y el sudoeste bonaerense señala que hay 3 sectores: uno tradicional, de grandes plantas y pymes; uno dinámico, que crece en los últimos años (energías), y uno estratégico, asociado a tecnologías de la información. Tradicional. Como zona de influencia e intermediación con la región patagónica, en Bahía Blanca y región operan plantas agroindustriales, petroquímicas y portuarias y a la vez, pequeñas y medianas empresas, con casos paradigmáticos de producción cartón y calzado. Dinámico. En los últimos cinco años crecen los trabajos asociados a las industrias eólica (imagen 3) y de explotación de hidrocarburos y también a la gastronomía. No lideran la variación del empleo en la región, pero según fuentes documentales, muestran una expansión. Estratégico. A pesar de no tener un peso notorio en el valor agregado, perfiles de empleo de software y servicios informáticos, así como de turismo y pequeñas producciones intensivas son de interés creciente por la absorción de trabajo calificado y la atracción de divisas. El estudio pertenece a Valentina Viego y Carolina Pasciaroni, investigadoras del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales del Sur (IIESS) UNS – CONICET y docentes del Departamento de Economía de la Universidad Nacional del Sur. El trabajo completo, acá.

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Trabajo en plataformas en Argentina

A pesar de que faltan datos sistemáticos, en Argentina se estima que cerca del 8% de los ocupados obtiene ingresos por plataformas. Hay al menos tres grupos: 1️⃣ Trabajo presencial (Uber, PedidosYa, Rappi) 2️⃣ Trabajo remoto (Workana, Freelancer, Upwork) 3️⃣ Venta de productos y servicios en redes sociales (Facebook, Instagram) o en plataformas de comercio o alquiler (MercadoLibre, Airbnb) A partir de un relevamiento internacional (Digitrab), las investigadoras Valentina Viego del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales del Sur (IIESS) UNS – CONICET y Mariana Fernández Massi (Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de La Plata) analizaron una muestra de 2021 con 156 respuestas válidas y entrevistaron a actores clave para conocer cómo y quiénes trabajan en plataformas. Presencial. En los trabajos de reparto predominan varones menores de 30 años, con menor nivel educativo que el promedio de los ocupados y mayor incidencia en la pobreza. No son sostén de hogar, pero aportan. Hay alta participación extranjera y rotación. Ingresar les es fácil, pero conseguir ingresos aceptables les lleva muchas horas, por lo general de noche y fines de semana y feriados. Remoto. Suelen ser programadores, diseñadores, traductores o consultores. Su nivel de ingreso depende de la complejidad de la tarea y no tanto de las horas trabajadas. Tienen mayor autonomía y menos alienación laboral que los trabajadores presenciales. Sus trabajos pueden ser complemento, mientras estudian, o de transición, para acceder a clientes particulares. Venta de productos y servicios. Tanto por vía de redes sociales como en plataformas de comercio electrónico o alquiler, el precio y las condiciones de operación son determinados por el vendedor, no por el cliente. Tienen un perfil de autoempleo semejante al de la venta por catálogo típica de las décadas de 1980 y 1990. El estudio se llama «Trabajar en plataformas en Argentina: perfil, expectativas y condiciones laborales de los ocupados en 2021» y fue publicado por revista Cuadernos de Relaciones Laborales Vol. 41 Núm. 2 (2023).

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